Entrevista a Inmaculada Fuentes
Breve reseña
Inmaculada Fuentes es Técnico de Bibliotecas y Documentación desde el año 1997 en el Ayuntamiento de Albatera (Alicante) y desde hace tres años Jefa de la Unidad Cultura y Educación. Recibió el Premio Fin de Carrera en la Diplomatura de Biblioteconomía y Documentación, y el segundo Premio Nacional en esta disciplina. Años más tarde, ya trabajando como bibliotecaria, fue Premio Final de Carrera en la Universidad de Murcia por la Licenciatura en Información y Documentación. Ha expuesto en Congresos Nacionales de Bibliotecas y ha impartido diferentes cursos sobre animación lectora en Jornadas Educativas, así como sobre cultura en programas de talentos como ImpulsaCultura. Ha recibido en numerosas ocasiones el premio María Moliner del Ministerio de Cultura español por programas de animación lectora en bibliotecas de poblaciones con menos de 50.000 habitantes. En otra faceta, también ha publicado diferentes libros documentales y es autora de tres álbumes ilustrados: Mimadre, Eos y Gaia.
Entrevista: Las bibliotecas y la lectura en el aprendizaje a lo largo de la vida.
Desde su experiencia como bibliotecaria, ¿qué papel cree que juegan las bibliotecas en la promoción del aprendizaje a lo largo de la vida adulta?
Las bibliotecas públicas pueden ser el motor de la vida cultural y educativa en la etapa adulta. Cuando somos adultos/as ya no tenemos el soporte de los centros educativos (Institutos, Universidades etc.) que nos marcaban y nos dirigían nuestros aprendizajes, por lo que podemos llegar a sentirnos huérfanos. Es aquí donde las bibliotecas, sobre todo las municipales que son las más cercanas a los ciudadanos, debemos desplegar nuestras alas y volar cerca de las personas adultas.
¿Qué estrategias ha implementado su biblioteca para acercar la lectura a los adultos?
En la práctica, tengo que decir que funcionan muy bien los Clubes de Lectura. La gente se reúne en torno a un libro, un tema o un autor y se crean fuertes vínculos entre ellos. También me parece muy buena la práctica, cada vez más extendida en las bibliotecas públicas, realizar animaciones lectoras para adultos a través de la narración oral, ya que, en el fondo, a todos nos gusta que nos cuenten historias, independientemente de la edad que hayamos cumplido.
¿Ha notado un cambio en el perfil o motivaciones de los adultos que acuden a la biblioteca en los últimos años?
Desde hace años las bibliotecas nos hemos popularizado y hemos dejado de ser “lugares exquisitos” o “sitios para unos pocos”. En la actualidad, las personas adultas nos dirigimos a las bibliotecas ya no solo para leer, para llevar libros en préstamo o para estudiar, sino que las bibliotecas nos hemos convertido en verdaderos centros culturales con numerosas y muy variadas ofertas culturales y educativas (encuentros, talleres, cuentacuentos, charlas, presentaciones, exposiciones, celebraciones de días señalados etc.).
¿Cómo valora el impacto que tiene la lectura como puerta de entrada al aprendizaje no formal y la formación continua?
Está claro que la lectura es la puerta de entrada al conocimiento. En las bibliotecas públicas el conocimiento se encuentra clasificado en grandes bloques temáticos o por grupos de interés, que la mayoría de las veces están disponibles en libre acceso. Además, los profesionales guiamos en el uso de los materiales, de los recursos y las tecnologías; a ello, debemos añadir que ya disponemos de plataformas en línea gratuitas. Así que, podemos afirmar que hoy día, el aprendizaje no formal se encuentra al alcance de todos y para todos.
¿Qué tipo de materiales o recursos son más efectivos para atraer a lectores adultos que quizás no tienen una formación académica extensa?
Si bien las bibliotecas disponemos de múltiples recursos no librarios: música, películas, programas, juegos de mesa, ordenadores etc., hoy día los materiales más valorados por las personas adultas siguen siendo los libros, junto con las publicaciones periódicas (revistas) en préstamo. La narrativa y los libros de autoayuda, son los géneros estrella. Me gustaría resaltar el auge de los libros con el sello “Lectura fácil”, que permite una comprensión más sencilla de los textos.
¿Ha impartido formación para el profesorado de FPA relacionada con la lectura? ¿Qué destacaría de dichas formaciones?
Si, me han invitado a mesas redondas, talleres, cursos etc., y la verdad es que me siento muy afortunada; además, aprendo y disfruto mucho en este tipo de encuentros. Destacar que aunque llevo más de 25 años de profesión, y que los cambios relacionados con los hábitos lectores han sido numerosos, todavía siguen en el aire preguntas como: “¿Qué puedo hacer para que un adolescente lea?”.
¿Cómo pueden las bibliotecas convertirse en aliados estratégicos para alcanzar el objetivo europeo de que el 60% de los adultos participen anualmente en actividades de formación antes de 2030?
Creo que somos esos aliados estratégicos. Quizás nos falta más visibilización entre la población que no tiene necesidades educativas formales y que no visita las bibliotecas con frecuencia.
¿Qué rol juegan las tecnologías digitales en el acceso a la lectura y a la formación continua para personas adultas desde la biblioteca?
A mi parecer las tecnologías digitales son, en la actualidad, propuestas y formas accesibles y democráticas de acercarnos a la lectura, a la información y a la documentación.
¿Qué barreras encuentra la población adulta para acceder a espacios de lectura y formación, y cómo las enfrentan desde su biblioteca?
Las barreras siguen siendo mentales, aunque cada vez hay menos. Se continúa asociando las bibliotecas con espacios y recursos para personas “cultas”. Hay cierto miedo a entrar y no saber moverse o pedir lo que necesitan. Aunque como digo, estas barreras, se van rompiendo.
Finalmente, si tuviera que invitar a un adulto a volver a aprender a través de la lectura, ¿qué mensaje le daría desde su experiencia como bibliotecaria?
Ven, prueba, y si no te gusta, déjala. Es gratis. Es libre y es segura.
¡Muchas gracias por esta entrevista!
